A pesar de que todas las ciudades de España gozan de un gran Patrimonio Cultural, en ocasiones es difícil ponerlo en valor y hacer que la gente disfrute de él, tal y como sería conveniente. La razón es que muchas ciudades se ven perjudicadas por la explotación urbana a la que son sometidas a diario. Especulación, producción industrial y el mercado secuestran espacios históricos y afean algunos lugares emblemáticos del centro histórico.
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Riesgos y posibles soluciones para el Patrimonio urbano
Muchos restos arqueológicos se encuentran en las urbes. Lo que unido a lo anteriormente mencionado hace difícil trabajarlo. El yacimiento arqueológico representa una fuente de información muy frágil que se verá deteriorada (destruida más bien) con la intervención arqueológica.
Este hecho hace que se aborde estos proyectos desde otra perspectiva a través de lo que viene a llamarse la Arqueología preventiva que tiene como principal objetivo preservar la fuente histórica principal del conocimiento arqueológico: los yacimientos. Dicho de otra forma: evitar su destrucción.
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Si quieres saber más sobre Arqueología Preventiva lee este artículo
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¡Bueno! ¡Qué cosa tan difícil! ¿Verdad? Además de sonar contradictorio (la propia arqueología luchando por evitar excavar… ¿¡Eiñ!?) no siempre se puede conservar los restos arqueológicos in situ. Sobre todo en arqueología urbana donde los restos se encuentran sobre suelo urbano, lo que significa que están, ya de por sí, amenazados por el desarrollo de las ciudades y donde es más difícil excavar.
Por esto, un buen plan debe ser llevado a cabo antes de empezar a excavar o cualquier otro proyecto de protección/conservación del Patrimonio Cultural. Se deben tener en cuenta numerosas casuísticas y valorar el impacto social, cultural y económico que va a tener en el entorno.
Por fortuna, y tal y como se viene haciendo en muchas ciudades de España, están surgiendo iniciativas de peatonalización de los centros de las ciudades, lo que va a desembocar a una mayor apertura de éstas a la gente y una mejor gestión del Patrimonio Cultural como consecuencia colateral de ello.
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Nuevos paradigmas, nuevas oportunidades en la Gestión del Patrimonio
Se excavará menos. Sí. Esto, aunque pueda parecer una desventaja para las empresas de Patrimonio Cultural (en particular para las de Arqueología), lo que hace es abrir nuevas oportunidades para trabajar en la gestión del Patrimonio Cultural en general y el Arqueológico en particular. Reducir las intervenciones directas en detrimento de las de gestión.
La peatonalización de las ciudades permitirá descongestionar los centros históricos de tráfico y hacer estos espacios más agradables y sostenibles. Esto, como no puede ser de otra manera, repercutirá de forma positiva en la conservación del Patrimonio Urbano ya que el impacto medioambiental será muy inferior al de la actualidad. Los Bienes Culturales sufrirán menos y se conservarán mejor.
No te confundas. El Patrimonio cultural sigue estando ahí, no desaparece. Y va a necesitar ser trabajado:
- Conservación
- Restauración
- Estudio
Y un largo etcétera que nos pondrá a prueba como profesionales del Patrimonio. Dar respuesta a un nuevo paradigma sobre el tratamiento del Patrimonio Urbano. Esta idea no es nueva. Tampoco es que sea revolucionaria. De hecho, esta medida se lleva a cabo en muchas ciudades Patrimonio. Ciudades que gozan de unas medidas de protección y gestión especiales por este galardón otorgado por la UNESCO las cuales podrían ser adoptadas por todas las ciudades para fomentar estos espacions como grandes centros culturales para las personas.
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Todo proyecto de Patrimonio necesita de un buen plan.
El proceso de planificación tiene que estar integrado en un diseño que dé respuestas a las preguntas de la gente. Que especifique qué vamos a hacer, cómo y por qué. Quizás la justificación para un proyecto urbano sea lo más importante puesto que tenemos que explicar la importancia de la inversión que la sociedad hace en su Patrimonio. En cualquier proyecto de gestión habrá que preguntarse:
¿Y luego qué?
¿En qué lugar queda el BIC una vez realizado nuestro trabajo?
No puede ser un muerto viviente, un objeto que cae en desuso por su propio peso y desidia de las instituciones. Esto forma parte del proceso de gestión y, pese a que como en las excavaciones, el post-proyecto no goza de tanta atención que los trabajos in situ, tiene la misma importancia que éstos.
Recuerda que la difusión del Patrimonio es una tarea muy importante y no debe dejarse a un lado. Enseñar el proceso de trabajo, lo que se ha hecho y por qué otorga importancia y sentido al propio proyecto. Además sirve para educar en Patrimonio y fortalecer el vínculo social con los Bienes. Y esto podrá llevarse a cabo de una forma mucho más sencilla y con mayor sentido en un centro urbano libre de tráfico y donde la gente tome la calle. Entonces sí podrá darse eso de que la gente “hace suyo el Patrimonio”.
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La peatonalización no es la solución a la conservación del Patrimonio
Pero surgirán nuevos retos probablemente, que podemos vislumbrar de otras experiencias similares en cuanto a la socialización del Patrimonio. Y es que si el acceso al Patrimonio cultural mejorará, probablemente provocará un aumento en la presión demográfica en estos monumentos y restos culturales. Muerte por éxito como pasa ya en algunas grandes urbes del mundo donde el turismo masificado provoca grandes inconvenientes. Tendremos que responder a los nuevos retos a partir de la gestión.