Si hay algo que te sueles encontrar en un yacimiento arqueológico es cerámica. A veces incluso acabas por maldecir cuando te topas con ella. – ¿¡Otra vez?! – No sucede lo mismo cuando encuentras una moneda. Las monedas también son un elemento que aparece de manera muy habitual en el registro material arqueológico y te alegra el día porque supone un hallazgo extraordinariamente valioso. Ya lo creo que sí.
La moneda tiene determinadas peculiaridades que la hacen especial: su forma, su iconografía, su valor metálico (me refiero al metal con que está hecha) y su origen. Es un objeto que seguro ha estado en manos de una persona de hace cientos o miles de años. Y eso impresiona.
La moneda en la Arqueología es una fuente mixta. Es decir, que aporta diferentes tipos de información: material, escrita y visual. De ahí el inmenso valor documental que tiene. Por su valor histórico y también, por qué no decirlo, su valor material.
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¿Qué valor tenía la moneda en la antigüedad?
Hace tiempo que abandonamos el patrón oro pero en la antigüedad las monedas representaban su valor metálico, lo que valía su peso. Por eso las monedas de oro eran más valiosas que las de plata o de cobre, además de porque perdura mejor en el tiempo, claro.
La moneda más antigua conocida hasta el momento pertenecía al Imperio Persa de la zona de Turquía y rondan unas fechas cercanas al siglo VII a.C. (en la foto)
Generalmente las monedas en la antigüedad se elaboraban a partir de la aleación de diferentes metales: oro, plata, bronce y cobre fueron los metales básicos. Y su valor dependía del material (como ya he dicho: valor metálico) y de su peso. Para que te hagas una idea, un denario, que era una moneda de plata, era el salario de un día de trabajo de un campesino en la Roma del siglo I d.C.
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¿Qué valor tiene la moneda de la antigüedad en la Arqueología?
La alegría por encontrar una moneda en un yacimiento arqueológico está totalmente justificada. Es un elemento bonito normalmente, con una estética especial, cuidada, pensada expresamente para perdurar en el tiempo y viajar grandes distancias, tenía un cometido más allá de servir de intercambio de productos. La moneda en Arqueología tiene gran relevancia documental pues nos aporta lo siguiente:
La moneda más antigua conocida hasta el momento pertenecía al Imperio Persa de la zona de Turquía y rondan unas fechas cercanas al siglo VII a.C.
- Información política: por eso se utilizaba como propaganda política. Normalmente se honraba a los dirigentes políticos y a los dioses estampando su figura en las monedas.
- Información social: a través de sus dos caras se difundía todo tipo de mensajes. Esto aporta gran información al estudio arqueológico e histórico del pasado ofreciendo información también de la vida cotidiana, costumbres, vestidos, tecnología, etc.
- Información iconográfica: tanto el anverso como el reverso representaban imágenes que la sociedad se hartaba de ver y que al final les resultaba familiares. Toda una simbología de modas y creencias se reproducía en la moneda.
- Información religiosa: los dioses y otras divinidades oficiales solían aparecer en muchas monedas. Además, se representaban cultos y liturgias que podríamos decir tenían cierto carácter político-religioso. No cabe duda que es una fuente muy fiable (de primera mano) de las creencias religiosas de cualquier época.
Por otro lado, algunas mondas nos permiten establecer cronologías relativas donde encuadrar el yacimiento. Si conocemos por los antiguos historiadores grecolatinos las cronologías de los mandatos romanos a lo largo de la historia y encontramos una moneda de un emperador, esa moneda se debió elaborar durante el reinado de ese emperador. Por tanto el espacio donde ha aparecido debe ser de esa época concreta (dando por sentado que la secuencia estratigráfica es correcta).
Es lo que se conoce con el nombre Terminus post quem o antequem, que significa el período anterior a o posterior en el que esa moneda fue elaborada. Por ejemplo, una moneda con la cara de Augusto de adulto, sólo pudo ser elaborada tras su nacimiento. No antes. Luego, sabiendo las fechas de circulación de cada moneda (a rey muerto, rey puesto) podemos acotar bastante las fechas.
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Partes de la moneda.
Las primeras monedas que aparecieron eran muy rudimentarias. Simples dibujos esquemáticos y símbolos para difernciarlas o “marcarlas”. Pero su evolución las hizo más complejas cada vez. Lo que si es cierto es que la forma de la moneda y elementos han cambiado poco desde época romana. Algunos de los aspectos carácterísicos de las monedas podemos decir que son los siguientes:
- Anverso y reverso: en el anverso suele aparecer el retrato de un personaje relevante (dios/a o gobernante) y en el reverso un mensaje o símbolo peculiar.
- Tipo: viene a ser la imagen principal de cada cara.
- Grafito: corresponde a la línea de puntos que rodea a la pieza.
- Leyenda: es la inscripción que viene acompañando a la imagen.
- Marcas: símbolos referentes al valor, la ceca (taller de acuñación), época, etc…
- Campo: es el espacio no ocupado ni por el tipo ni por la leyenda.
- Exergo: es la parte inferior de la moneda que se separa del resto por una línea horizontal.
- Contramarca: señal que le otorga un valor diferente al momento de su acuñación.
Como te digo, no todas las monedas contaban con estos elementos aunque en su conjunto era bien común. Lo que no cabe duda es que la moneda antigua, tanto en el pasado como en la actualidad tiene un gran valor. Antes para el bolsillo y ahora para la Historia.