Quizás el nombre largo no te suene (Sistemas de Información Geográfica) pero es más probable que lo hayas visto alguna vez con sus iniciales: SIG (o por su acrónimo en inglés GIS). Los Sistemas de Información Geográfica son una herramienta de georeferencia que se utiliza de forma muy habitual en excavaciones arqueológicas para localizar en el espacio el yacimiento y todo lo que en ello se trabaja.
–
–
Los SIG, una herramienta imprescindible para la Arqueología
Los Sistemas de Información Geográfica (a partir de ahora los llamaremos familiarmente como SIG), lo conforman una serie de herramientas informáticas que utilizan mapas como medio de referencia para establecer los datos del yacimiento.
Es como una especie de base de datos donde vamos metiendo toda la información que vamos extrayendo y que posteriormente se organiza y se presenta a modo de mapa, con referencias espaciales.
Como sabes, la Arqueología se basa en el estudio del pasado de la humanidad a través de sus restos materiales, que generalmente aparecen enterrados en el yacimiento. Por tanto, los objetos tienen un gran protagonismo en la disciplina arqueológica pero no nos podemos quedar en eso.
Lo que se pretende con la Arqueología es explicar el comportamiento humano y el devenir de la historia de la humanidad. A través de los SIG, podremos gestionar ingente cantidad de información que nos ayudará a elaborar un discurso histórico.
En realidad, los SIG se han convertido en una herramienta imprescindible para el trabajo arqueológico puesto que permite digitalizar la prospección y el trabajo posterior; incluso el de post-excavación donde, desde el pc, se puede extraer toda la información de lo encontrado durante el trabajo de campo: podemos ver que artefactos se encontraron en una determinada zona del yacimiento, en qué nivel estratigráfico, compararlo con otros artefactos del mismo nivel estratigráfico de otras zonas del yacimiento…
–
–
Un ejemplo de uso de los SIG en Arqueología
Estas cosas son muy difíciles de explicar obre el papel y más sencillas de demostrar sobre el terreno por lo que no se me ocurre una mejor forma de explicártelo que con el siguiente ejemplo:
Estamos excavando en un yacimiento arqueológico de 5km2 y hemos dividido el terreno en dos áreas A y B. Empezamos a excavar en la zona A mientras que las excavadoras “limpian” la zona B de broza y demás vegetación.
En la zona A hemos elaborado un eje de coordenadas con sus piquetas donde se encuentra toda la zona a excavar. La zona A se ha convertido en una gran cuadrícula y empiezas con el pico y la pala en una cuadrícula determinada, que hace referencia a una coordenada concreta que hemos tomado con el GPS (la cual es una de las herramientas SIG más habituales de un yacimiento). Llamemos a esta cuadrícula 110N/100E
En esta cuadrícula 110N/100E, encontramos los restos de una tumba y – ¡afortunados nosotros!- tiene un esqueleto. Ponemos número de Unidad Estratigráfica y hacemos un dibujo del hallazgo, un mapa a escala y tomamos las correspondientes fotos. Además, rellenaremos las fichas de las Unidades estratigráficas y las de artefactos. Cualquier hallazgo genera gran cantidad de información y, por consiguiente, documentación.
Con los SIG, lo que hacemos es digitalizar toda esa información y ordenarla para que en un solo clic la tengamos a nuestra disposición. Representaremos el yacimiento en el mapa de coordenadas, localizaremos la cuadrícula donde hemos encontrado nuestra tumba, pasaremos el dibujo al ordenador e identificaremos la UE y el resto de artefactos y documentos en esa cuadrícula para que, cuando vayamos a ella, podamos ver todo eso.
–
–
¿Qué es un SIG sin datos espaciales?
Pues nada. Para que podamos utilizar los SIG propiamente necesitamos referencias espaciales; es decir, localizar el yacimiento con sus coordenadas. Además de estudiar qué se ha encontrado, necesitamos averiguar dónde se ha encontrado y la relación entre el resto de hallazgos. De lo contrario el análisis arqueológico carecerá de sentido.
–
¿Y cómo se obtiene la información SIG?
Como ya he dicho antes, la herramienta más habitual de coordenadas es el GPS o la Estación Total, que nos permiten leer y calcular coordenadas espaciales de forma muy precisa. Aunque hoy en día, cada vez con mayor fuerza, métodos más modernos y espectaculares como el uso de drones, está adquiriendo protagonismo en el trabajo de recopilación de información espacial.
Pero hay otras herramientas. Hace un tiempo utilizaron un sistema de sensores remoto para descubrir el mapa espacial bajo Stonehenge. En muchos proyectos arqueológicos se utiliza también la fotogrametría o escaneado laser (aunque es menos habitual).
Todas estas herramientas SIG ofrecen mapas con datos geográficos reales organizados en capas (fotos, UEs, artefactos, etc…) de modo que toda la información pueda ser organizada y filtrada.
En definitiva, los SIG nos permiten recopilar gran parte de la información del yacimiento, digitalizarla, ordenarla y presentarla de tal modo que pueda ser interpretada con más eficacia y compartida de forma más sencilla entre colegas y el público en general