No cabe duda de que el pasado es interpretable. A pesar de que la Arqueología se basa en las evidencias materiales y demás fuentes para escribir la Historia, no deja de tener cierto carácter subjetivo el análisis de esas evidencias. Ahora bien, ese análisis debe ser realizado con el mayor rigor posible y filtrado para presentarlo a la sociedad. Digo para la Arqueología aunque podría estar hablando de forma genérica sobre el Patrimonio Cultural. No obstante, me voy a centrar en la Actividad de la Arqueología porque es la que quizás más carencia tiene en el ámbito profesional a la hora de ser divulgada.

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Los profesionales del Patrimonio somos por y para las personas

Los profesionales de la Arqueología en particular, y del Patrimonio Cultural en general, estamos obligados explicar qué es lo que hacemos y por qué lo hacemos. Esto se hace investigando, posteriormente, publicando, divulgando y haciendo disponible nuestros descubrimientos y nuestros trabajos.

[Tweet “si no hay divulgación, no hay #Arqueología #lovepatrimonio”]

No me cansaré de repetir que si no hay divulgación, no hay Arqueología. Si nuestros proyectos no llegan a la gente y no ayudamos a que sean entendidos y disfrutados por el público en general (que en muchas ocasiones es quien sufraga los gastos de nuestro trabajo con sus impuestos), difícilmente conseguiremos el apoyo social necesario para nuestro trabajo y nuestra actividad carecerá de sentido total.

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Falta de divulgación profesional en la Arqueología

Sin embargo, la Arqueología comercial, en la que nos incluimos como empresa de Patrimonio, muchas veces peca de falta de divulgación. Hay proyectos en los que, tras realizar el trabajo de campo, se tarda años en publicar las conclusiones científicas. Y qué decir tiene que su divulgación se basa exclusivamente en presentar un farragoso libro a la administración para cumplir el trámite al que estamos obligadas las empresas.

[Tweet “Si la #Arqueología es por y para las personas, debemos justificarnos y hacernos entender #lovepatrimonio”]

Pero no voy a culpar exclusivamente a la arqueología “comercial” de este mal sino que es problema de toda la disciplina. En excavaciones llevadas a cabo por la Administración Pública también existe el problema de la divulgación. A veces parece que la investigación no pueda salir del departamento de la Universidad o del museo correspondiente. ¿Es que no somos conscientes de que tenemos que justificar nuestro trabajo a la gente?

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¿Para quién se publica las excavaciones arqueológicas?

Las investigaciones arqueológicas son públicas. Y los resultados deben estar  disponibles para su consulta para cualquier persona que quiera saber sobre ello. Sin embargo, la realidad es bien distinta y existen algunos problemas a la hora de echar un vistazo a estas memorias:

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• No existen: en algunas ocasiones vas a echar un vistazo a la memoria de excavación y resulta que la administración solo cuenta con algunos volúmenes de hace algunos años.
  

• No se entienden: Las memorias de los proyectos de algunas excavaciones parecen estar codificadas en el idioma de “los dioses”.

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El paradigma de la NO DIVULGACIÓN

El otro día fui a echar un vistazo a los trabajos de excavación arqueológica de mi provincia en la página web del colegio de arqueólogos (donde supuestamente se tienen que encontrar) y cuál fue mi sorpresa cuando sólo encontré los archivos PDF de los años 2010 y 2011.

Ante estas dos situaciones que me encontré, me planteé la eficacia de las investigaciones. Si la tónica general fuera esta, está claro que la Investigación arqueológica se merecería un suspenso. Porque falta el elemento fundamental y principal que justifica la profesión: la divulgación.

Por otro lado, la falta de las publicaciones de los años cercanos refleja cierta dejadez. Digo yo que tiempo suficiente ha habido para publicar las investigaciones de los años 2012, 2013, 2014 o 2015 si me apuras, ¿no crees? ¿Por qué no aparecen? ¿Es que se ha encontrado algo tan increíble que está retrasando su publicación o su difusión? Hay que recordar (de nuevo) que la publicación es una tarea más de la labor arqueológica.

Además, las memorias de los trabajos que aparecen son ilegibles para el gran público.  Incluso algunas parecen estar escritas en Klingon o estar transcribiendo párrafos del manuscrito Voynich. La erudición no debe estar reñida con la divulgación. Se puede ser muy riguroso científicamente y a la vez cercano. Si la Arqueología es por y para las personas, debemos esforzarnos en hacernos entender.

Y ese es uno de nuestros compromisos. Todo lo que hacemos, lo hacemos con vistas a la gente, a la sociedad, y tratamos de justificar nuestro trabajo continuamente y hacerlo lo más divulgativo posible.