¿Te has preguntado alguna vez cómo funciona un montaje expositivo?
A la hora de visitar una exposición, solemos ver el resultado final que no refleja realmente el proceso de trabajo que hay detrás. Mucha gente se sorprende al descubrir el funcionamiento de un montaje expositivo. Y es que la mayor parte del trabajo es manual, y se basa en la fabricación, construcción y montaje de módulos, y colocación de piezas. Por tanto, en el proceso se cuenta con trabajadores de diversas especialidades siendo esencial el trabajo de carpintería y electricidad. Igualmente, y más en consonancia con esta visión “creativa” con la que se suele identificar el mundo de los museos y las exposiciones, el papel del diseñador y la gráfica, así como de los audiovisuales es imprescindible para transmitir el mensaje de la muestra.
Hoy hablaremos del proceso de montaje de una de nuestras ultimas exposiciones “Sables y mastodontes” en el CosmoCaixa de Barcelona. En esta muestra, las piezas son restos óseos de diversos animales como es la jirafa o la tortuga. Son hallazgos realizados en la ciudad de Madrid y ya se exhibieron el Museo de Historia de Alcalá de Henares.
La exposición
Tigres dientes de sable, jirafas, rinocerontes, osos, hienas, caballos, tortugas… Todos estos restos fósiles hallados en los yacimientos del Cerro de los Batallones componen la exposición “Sables y mastodontes”.
Hace nueve millones de años, el territorio donde hoy se erige la Comunidad de Madrid estaba poblado por un sinfín de animales hoy extintos, entre los que destacaba un gran depredador: el tigre dientes de sable. Los restos de muchas de aquellas especies que vivieron durante el Mioceno se han podido estudiar gracias a los hallazgos realizados en los yacimientos paleontológicos del Cerro de los Batallones. Estos yacimientos, descubiertos hace un cuarto de siglo en la localidad madrileña de Torrejón de Velasco durante unas prospecciones mineras, albergan restos paleontológicos excepcionalmente bien conservados. La exposición propone un viaje al pasado para conocer la fauna que antaño pobló nuestro territorio.
La fauna hallada en el Cerro de los Batallones quedó atrapada en una especie de trampa natural gracias a la cual se han podido recuperar numerosos fósiles que han permitido reconstruir el ambiente natural predominante en aquella época. En total, en la muestra se exponen más de 160 piezas, muchas de ellas integradas en ocho montajes anatómicos, además del caparazón completo de una tortuga gigante, dos cráneos completos de tigres dientes de sable y un cráneo y una mandíbula de mastodonte. La exposición busca resaltar la extraordinaria importancia de estos yacimientos únicos en el mundo, y cuenta la historia de estas excavaciones.
El proceso de montaje
Todas las piezas van en vitrinas y debido al gran tamaño de algunas de ellas el montaje es una labor complicada.
La primera parte consiste en la construcción de las estructuras de las vitrinas, es decir, el trabajo de fabricación y carpintería de los módulos dónde se colocarán las piezas. Durante este proceso, se decide la distribución en base a las necesidades que presenta el espacio. Es frecuente que el planteamiento inicial sea modificado ya que in situ se observan las carencias y puntos fuertes que puede tener la muestra.
Un total de 23 vitrinas conforman esta muestra. Se comenzaron formando los diversos módulos conformados por los techos y paredes. Igualmente, se comenzó el montaje de los muros que delimitarán las partes de la exposición. Una vez formados los cubículos, se instalaron las paredes con las tiras por donde transitarán los circuitos eléctricos de luces LED para iluminar el interior de las vitrinas. A su vez, se comienzan a incorporar las peanas sobre las cuales descansarán las piezas.
Una vez finalizado el montaje, se procede a pintar todos y cada uno de los módulos previa colocación de piezas. La colocación de las piezas en esta exposición requiere una complejidad mayor ya que es necesario emplear un tipo de soporte muy específico, y las piezas son en algunos casos fragmentos óseos muy pesados como es el caso del caparazón de la tortuga o la cabeza de elefante. A continuación, se realiza la instalación de las gráficas y los retro iluminados. Se ponen en marcha también los audiovisuales contemplados en el proyecto expositivo.
El último paso sería la colocación de los vidrios, labor de extrema fragilidad por el carácter complejo de este material. Cuando está todo colocado, se procede a cerrar las vitrinas y a activar la iluminación de las mismas. Se debe comprobar que todas las piezas estén en el lugar correcto, siguiendo el plan expositivo que se haya planteado en un principio.
Una vez finalizado el proceso la exposición ya estaría lista para ser visitada. ¡No os la perdáis!