¿Por qué? Con esta simple y primaria pregunta empiezan muchas de las investigaciones que se llevan a cabo, no solo en arqueología sino en todos los ámbitos del saber. El ser humano tiene una inquietud inagotable por conocer y por averiguar sobre sí mismo, lo que nos empuja a cuestionarnos cualquier aspecto de nuestra naturaleza y nuestro orígen.
Por eso, de manera irremisible, para contestar a esta pregunta que estoy seguro te has hecho alguna vez (sea lo que sea aquello que busques el por qué) estamos condenados a buscar las respuestas en el pasado; en lo que hemos dejado atrás, lo que ya no existe. Todo un reto para la disciplina, reconstruir algo que no exisnte.
De hecho, un mismo acontecimiento puede llevar a diferentes lecturas por parte de historiadores y arqueólogos. Es lo que tienen las ciencias sociales. Explicar el pasado, sea este reciente o lejano en el tiempo, siempre ha sido una tarea bien complicada.
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¿Qué tiene que decir la Arqueología de la Historia?
Indudablemente, para el estudio del pasado se cuenta con diferentes fuentes para abordarlo. Pero conforme nos alejamos de nuestro tiempo presente, esas fuentes se van desvaneciendo y son cada vez menos las evidencias con las que contamos. Si atendemos a la Prehistoria, apenas contamos con escasos restos materiales que en ocasiones son difícilmente descifrables.
En la búsqueda de responder a la pregunta con la que he empezado el artículo, la Arqueología ha ido profundizando en su concepción teórica y su naturaleza para tratar de establecer una base de conocimiento capaz de abordar tal objetivo.
No te preocupes. No voy a taladrarte ahora con las diferentes teorías arqueológicas ni te voy a hablar de Arqueología procesual, Arqueología Marxista ni de la “New Archaeology” (¡peo ya me has dado la idea para otro artículo!) pero sólo comentarte que todas esas tendencias pretenden establecer la base teórica de la Arqueología para enfocar la disciplina con mejores garantías.
Dependiendo de nuestro objetivo del estudio, tenderemos a hacernos unas preguntas u otras, y nuestro trabajo, entonces, estará enfocado de una u otra manera en busca de responder a nuestras preguntas. Por eso, un mismo estudio, un mismo yacimiento, puede ser enfocado desde diferentes perspectivas ya que diferentes investigaciones buscan diferentes respuestas. Un claro ejemplo de las preguntas tan diversas que puede plantearte un mismo yacimiento arqueológico es lo siguiente:
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Una tumba:
- Por qué aparece el cuerpo de este modo
- Por qué se ha conservado de esa manera
- Por qué viene acompañado de esos objetos
- Por qué fue enterrado así y no de otra forma.
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Este tipo de preguntas, nos permiten enfocar nuestro trabajo de investigación a pequeña escala en los modos de vida, tradiciones y creencias de la sociedad que habitó el esapcio donde estamos excavando. Este tipo de investigación puede ser totalmente distinto al objetivo global de la propia excavación.
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Un evento:
Siendo una antigua ciudad romana la que estamos excavando podríamos preguntarnos:
- Por qué fue abandonada
- Por qué tuvo (o no) tanta importancia
- Por qué ahí y no en otro lugar
Estas preguntas nos llevarían a cuestionar aspectos a gran escala. Un simple hallazgo no nos serviría para establecer conclusiones sino que tendríamos que buscar allende nuestro yacimiento para encontrar respuestas.
¿En qué se fija la Arqueología para elaborar el discurso histórico?
No te creas que sea sencillo. Lo que no cabe duda es que la principal fuente de información es la cultura material. Recuperar objetos es la labor principal para luego analizarlos y extraer hipótesis.
No solo se estudian los objetos sino que se tiene en cuenta también las relaciones sociales, las estructuras de organización, el modo de vida de las personas del pasado. En épocas relativamente recientes del siglo pasado, la Arqueología obviaba estos aspectos de la vida cotidiana, los quehaceres del día a día y se centraba exclusivamente en cuestiones generalistas sin pararse a estudiar los individuos ni sus modos de vida. Parece increíble ¿verdad?
Hoy en día, como he comentado ya antes, las respuestas que se obtienen de los proyectos de investigación dependen de las preguntas previas que se hagan los investigadores. La pregunta “por qué” es muy abierta y puede estar enfocada a dar respuesta a diferentes circunstancias del pasado a partir de la cultura material y el resto de fuentes de información al alcance de la Arqueología.
No obstante, y a pesar de que las preguntas varíen unas de otras, la búsqueda de el por qué de las cosas nos lleva a escarbar en el pasado. Un pasado que desde la Arqueología, se trata de dar luz con su método tan característico.