A veces cuando estás excavando es difícil diferenciar entre una herramienta prehistórica y una simple piedra con curiosa forma. Y en más de una ocasión guardas en las bolsas de objetos encontrados algunos trozos que no valen absolutamente para nada.
Las herramientas son importantes y han sido determinantes en la evolución humana. Entre otras cosas, nos hace diferentes de otras especies de animales, a pesar de que hay especies de animales que elaborar sus (muy rudimentarias) herramientas.
Por fortuna, estas herramientas de piedra perduran en el tiempo y pueden llegar hasta nuestros días para que las encontremos en el yacimiento. Por eso son importantes, porque se preservan bien y nos otorgan información de sus creadores.
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¿Una herramienta lítica o un trozo curios de piedra?
Para diferenciar entre una piedra y una herramienta lítica, además de estar atento, hay que saber, o al menos tener cierta idea de cómo se elaboraban este tipo de herramientas. Sabiendo esto, seremos capaces de averiguar, a modo de detectives, las evidencias o los restos que la elaboración de la herramienta dejó sobre su superficie.
Las herramientas líticas, son características de la Prehistoria y, por tanto, no tenemos evidencia escrita de su elaboración y nos basamos exclusivamente en los restos que nos han llegado que son las piezas mismas. Estas piezas tienen una serie de peculiaridades que las delatan. ¿Las vemos?
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Podemos tener pistas de si se trata de herramientas pues en muchas ocasiones aparecen en el yacimiento aglomeradas, en un punto determinado. Esto también hay que tenerlo en cuenta. Estas herramientas se hacían a partir de piedras más grandes que se golpeaban para quitar la parte más superficial. Lo que se conoce como núcleos, generalmente de sílex. A partir del núcleo, se golpeaba con otro objeto (que bien podía ser un cuerno o una piedra) para sacar un trozo más pequeño.
Este trozo se conoce como lasca y su característica principal es que su longitud es inferior al doble de su anchura. Con el golpeo se conseguía un trozo afilado y un rastro evidente de la fractura a modo de onda del golpeo del elemento en el núcleo. Tendrás que fijare si en la piedra se encuentran restos de la onda expansiva del golpe tal y como aparecen en esta foto.
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Con ese ejercicio de golpeo sobre el núcleo se crearon los primeros útiles o “artefactos”, es decir, objetos hechos por la mano del ser humano y que le otorgaban una utilidad determinada.
Una lasca suele ofrecer borde afilado o trabajado. Es decir, retocado mediante golpeo del filo para hacerlo más puntiagudo o afilado. Lo que se llama talla. Son esos retoques en los que tienes que fijarte para comprobar si se trata de una caprichosa piedra o si por el contrario has encontrado una piedra trabajada, una herramienta prehistórica.
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Por tanto, lo principal en lo que tendrás que fijarte es lo siguiente:
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1- Si tiene lineas de onda de golpeo
2- Si los bordes están afilados o trabajados
3- Si aparecen junto a otras piedras trabajadas
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Lo más probable es que la aparición y el desarrollo de herramientas de piedra fuera acompañado por una evolución también de la especie humana. Hablamos de ello en este artículo:
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Orígenes de la tecnología moderna
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Me encantaría saber reproducir estas antiguas herramientas en el patio de mi casa y cortar la carne de la barbacoa con una de mis afiladas lascas.