Si hay una figura mundial que represente el estudio de la evolución humana, no cabe duda que esa persona es John Hawks. Uno de los principales paleoantropólogos del mundo que se dedica a eso, al estudio del pasado del ser humano, concretamente a su origen. Algo de lo que hemos hablado en alguna ocasión en nuestro blog y que cada vez vamos adquiriendo más conocimiento y parece que cada vez somos más conscientes de lo que nos queda por saber sobre nuestro propio pasado.
John Hawks tiene un canal de youtube en el que de tanto en tanto, publica algunos videos sobre su materia, la Paleoantropología. Y en uno de sus últimos videos se hacia la misma pregunta que con la que hemos empezado este artículo. Pero antes de abordar esto, vamos a comparar primero al ser humano con el chimancé.
.
ADN humano Vs ADN chimpancé
Cuando comparamos nuestro código genético, el ADN humano con el de cualquier otra especie lo que hacemos es poner encima de la mesa la doble élice de cada especie y observar cuántos genomas tenemos similares y cuántos aparecen diferentes.
Para que te hagas una idea de lo que es, puedes imaginarte el ADN como un largo confeti decorado con infinidad de figuras geométricas y diferentes colores. Círculos, cuadrados, triángulos, rombos…. cada uno de los cuales está coloreado con colores de todo tipo. Al estirar este confeti y ponerlo junto al de un chimpancé (pongamos por caso), lo que hacemos es comprobar qué figuras geométricas y colores se asemejan y cuales se diferencian.
¿Crees que es muy diferente nuestro ADN al del chimpancé? Seguro que piensas que no. Todo el mundo ha oído hablar que “nos parecemos” o incluso quizás hayas oído esa errónea idea de que “venimos del mono”. Bien, la diferencia entre el ADN de un chimpancé y el de un humano está en torno al 2%. Y lo cierto es que ese mínimo porcentaje marca una gran diferencia.
.
¿Y qué pasa con los Neandertales?
Y si comparamos nuestro ADN con el de Neandertales, ¿dirías que se asemeja más al nuestro o es mayor la diferencia? Recuerda que los Neandertales son considerados una rama más de la humanidad.
A diferencia de la comparación anterior, esta vez, los paleoantropólogos como John Hawk no comparan las tiras de confeti de una y otra especie sobre la mesa sino que se basan en estudios estadísticos basados en el estudio de ADN de diferentes humanos de todo el mundo y lo comparan con diferentes tipos de ADN de Neandertales de todo el mundo.
Si comparáramos las tiras de confeti de Neandertal y la tuya misma, ¿sabes qué porcentaje de figuras geométricas y colores tendríais iguales? En torno al 99’85%. Compartimos casi el 100% de ADN con los neandertales.
.
Qué quiere decir esta diferencia
Si comparamos la diferencia entre nuestra tira de confeti (ADN) y la de chimpancés y neandertales, vemos que genéticamente nos parecemos más a éstos últimos. Pero esto no quiere decir que provengamos ni de unos ni de otros. Lo que este elevado porcentaje de similitud genética evidencia es que nuestra especie y las otras dos (chimpancés y Neandertales) provenimos de un ancestro común.
Y como nuestro ADN se asemeja más al del neandertal, esto significa que Neandertales y humanos modernos (nosotras) nos separamos como especie hace menos tiempo que humanos y chimpancés.
Dicho de otro modo, nuestro antepasado común con esas dos especies hubo un momento en que se dividió en dos especies distintas. Una fue a dar a los chimpancés modernos y la otra derivó con el paso de millones de años a los neandertales y humanos. Por tanto, no venimos de los monos, ni de los neandertales. Para ser exactos compartimos un ancestro común con unos y otros. Somos primos de neandertales, y los monos son primos segundos.
Si quieres estar a la última en cuanto a estudios de la evolución humana te recomiendo que sigas en sus redes sociales a John Hawk porque es relativamente activo y difunde muy a menudo sus trabajos de investigación. Es digno de alabar que una figura tan importante como él en el mundo de la investigación dedique tanto tiempo a la difusión social de su trabajo.
