Cuando trabajamos con los bienes culturales, toda acción viene precedida de un plan bien organizado. No vale improvisar porque al final las prisas por evitar un mal menor puede llevarnos a otros problemas más graves y que pongan en verdadero peligro a los bienes.
Por eso la planificación forma parte de las principales tareas de la gestión del Patrimonio. Porque sin un plan, muy probablemente tengamos que solucionar problemas por el camino, improvisando, sobre la marcha, y sin un trabajo y estudio previo sobre los pros y contras de la intervención.
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Las ciudades necesitan un plan para conservar sus Bienes Culturales
Todos los pueblos y ciudades de España tienen un gran patrimonio. Algunos incluso forman parte de programas de protección fomentados por la UNESCO. Son lo spueblso declardos Patrimonio. La mayoría de estos pueblos gozan de una gran tradición histórica y con numerosos Bienes tanto materiales (edificios históricos, plazas, calles enteras, yacimientos arqueológicos, monumentos…) como inmateriales (en forma de fiestas, actividades locales industriales, gastronomía, etc. ).
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Todo ese Patrimonio debe formar parte de un plan para que perdure y pueda ser disfrutado tanto por la ciudadanía como para el turismo. Pero la realidad es que muchas ciudades carecen de una estrategia para salvaguardar uno de los principales valores que tienen, su Historia y su cultura.
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Primero consiste en saber qué Bienes Culturales tenemos
Para poder llevar a cabo un buen plan para proteger el Patrimonio, se debe empezar por identificar todos esos bienes de interés cultural. En muchas ciudades existe lo que se conoce como Cartas Municipales. Te lo contábamos aquí en qué consistían pero, si bien en este artículo nos centrábamos sobre todo en las Cartas Arqueológicas, estas Cartas o inventarios pueden realizarse de todo tipo de bienes.
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¿Cuál es el estado de los Bienes?
El inventariado de los Bienes permitirá también averiguar en qué estado de conservación se encuentran. Si no sabemos esto, difícilmente podremos ofrecer la mejor acción a cada Bien.
Para esto, es imprescindible llevar a cabo un estudio y decidir si es o no necesaria una intervención y de qué tipo. Recuerda que en Patrimonio prevenir es mejor que lamentar.
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[Tweet “En #Patrimonio Cultural más vale prevenir que lamentar #lovepatrimonio”]
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Luego establecemos las acciones más apropiadas para cada Bien Cultural
Una vez conocidos los Bienes Culturales del pueblo o de la ciudad, lo que se tiene que hacer es decidir la planificación que se va a realizar. Sobre esto, son muy variados los mecanismos, desde estudios del impacto ambiental hasta elaboración de planes generales urbanos, declaración de BIC ( ¿Qué demonios es un BIC?)o BRL (Bien de Relevancia Local) para protegerlos, decidir las intervenciones necesarias…
Como ves, son muchas las alternativas y muchos los planes que se pueden ejecutar. Pero siempre hay que decidir con conocimiento de causa. Sabiendo la naturaleza del Patrimonio Cultural pues se debe individualizar la planificación para cada necesidad y tipo de Bien.
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Los Bienes culturales de las ciudades, los Bienes Inmuebles me refiero, forman parte muchas veces del urbanismo y es por eso que algunas veces, sobre todo en los años 80 del pasado siglo, han sufrido el boom inmobiliario y desaparecieron. Por eso, es de gran importancia concienciar a la sociedad sobre la importancia de planificar la ordenación urbana teniendo muy en cuenta los Bienes de Patrimonio Urbano que forman parte de ella.
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La UNESCO en la protección del Patrimonio Urbano
Fue tal el impacto que la explotación urbanistica tuvo en el Patrimonio Inmueble en la segunda mitad del siglo XX que la UNESCO elaboró una serie de “Recomendaciones sobre la Conservación de los Bienes Culturales que la Ejecución de Obras Públicas y Privadas puedan poner en peligro”. El nombre nunca pudo ser más explícito y menos apropiado.
[Tweet “Para proteger el #Patrimonio Cultural: difundirlo”]
Lo que la planificación va a tener en cuenta de forma más homogénea para todos los bienes será su difusión. Ya sabes que este aspecto, la divulgación, es una de las facetas más importantes dentro del trabajo de Gestión de Patrimonio pues el objetivo principal de esto es que perdure y que llegue a la gente.
Por tanto, planificar las acciones nos permitirá adelantarnos a posibles problemas y solventarlos antes de que se tenga que intervenir y además permitirá proteger a los Bienes Culturales de posibles daños ocasionados por el desarrollo urbanístico