El verano es una temporada para hacer cosas que no sueles plantearte en otra época del año Después de meses trabajando (o estudiando) sin descanso llega la época estival y parece como que las obligaciones desaparecen o son más ligeras. El clima acompaña a tomarse las cosas con más calma y a disfrutar del tiempo libre.
Es también época de excavaciones. Muchos proyectos que durante el resto del año están parados se retoman en los meses de verano. Podríamos decir que el verano es la estación de la Arqueología por excelencia. Además de por lo que ya he mencionado (buen tiempo, obligaciones académicas o profesionales bajan el ritmo…) muchos estudiantes aprovechan para adquirir experiencia en proyectos de excavación y realizar cursos de formación para ir preparando el camino “post-universidad”.
Este año hemos estado todo el mes de julio enfrascados en el proyecto que te comunicamos el mes pasado junto con la Universidad de Murcia y que hemos echado el cierre. Al menos en lo que se refiere a la excavación de campo, claro.
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Una experiencia inolvidable, tanto para el alumnado como para el personal técnico
Estas semanas de curso han dado para mucho. Todos hemos tenido la ocasión de aprender los unos de las otras. Y nos hemos entretenido con diferentes temas y trasteado un montón de herramientas que el alumnado no tiene oportunidad de manipular durante el curso académico.
Toda una experiencia.
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Además, el trabajo de campo es una faceta imprescindible en la formación académica y permite adquirir un conocimiento muy específico y que muchos estudiantes lo obtienen en cursos de verano como el que acabamos de terminar ya que hay cosas que los libros, por muy extensos quesean, no pueden enseñar. Nada como aprender en el campo de batalla.
Este tipo de proyectos de excavación suelen ser recordados con mucho cariño durante años. Yo mismo recuerdo mi época universitaria excavando en el yacimiento de L’Alcúdia de Elche (donde se descubrió la Dama de Elche).
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Convives durante semanas con las mismas personas, muchas de ellas compañeras de curso o de grado, y se crea un vínculo que luego dura muchos años. Y te lo pasas genial, tanto en horas lectivas como durante el tiempo de ocio.
Y eso es lo que han podido experimentar las 15 personas (de España y otros países) que han participado este año en el curso de excavación de campo en el Castillo de Nogalte.
Entre otras muchas tareas, se han llevado a cabo trabajos relacionados con las técnicas de excavación arqueológica, el dibujo arqueológico de campo, la planimetría del yacimiento y la restauración de yacimientos.
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Si quieres ver el programa completo del curso mira esto.
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Un curso que proporciona grandes resultados científicos
Pero no te creas que al ser un curso de verano no se recogen datos importantes. Este tipo de cursos son proyectos de excavación donde se obtienen datos importantes que sirven para posteriormente elaborar el estudio científico y la consiguiente memoria de excavación. Recuerda que el trabajo de campo sólo es la punta del iceberg de un proyecto, lo más llamativo pero ni de lejos, la única tarea.
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Si quieres saber más sobre el trabajo de post excavación, lee este artículo.
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Qué hemos hecho en el Castillo de Nogalte
Durante estas semanas de julio hemos estado combinando el trabajo de campo con el trabajo de laboratorio y diferentes talleres de formación.
Lo que se ha excavado pertenece a la zona de la puerta “triacodada”, partes de la fortificación, espacios domésticos y de trabajo (como de molienda y horno).
Estos espacios han ofrecido gran cantidad de material que fue recuperado y procesado para su catalogación por el equipo en el propio campo de trabajo. De seguro que toda esta información va a permitirnos realizar un profundo estudio de las diferentes fases de ocupación del castillo de Nogalte.
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Abierto por excavación
Entre las iniciativas que hemos llevado a cabo durante este mes, está la de “abierto por excavación”. Del mismo modo que otras empresas e instituciones abren sus puertas para que la gente pueda ver “in situ” los trabajos de restauración, conservación o lo que se lleve a cabo, nosotros hemos abierto las puertas del castillo de Nogalte (literalmente) para que la ciudadanía pudiera ver lo que estábamos haciendo en “su castillo”.
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Una experiencia que sin lugar a dudas, siempre gusta tanto a visitantes como a profesionales. ¿A quién no le gusta explicar y enseñar su trabajo a otra persona? ¡Y más si cabe si se trata de algo tan excitante como excavar un castillo medieval como el de Puerto Lumbreras!
Este proyecto de “Abierto por excavación” (que ya hemos llevado a cabo en otras intervenciones) lo promovimos junto con el Ayuntamiento de Puerto Lumbreras con el objetivo de acercar el Patrimonio y la Arqueología a la gente (Ya sabes, si lo conoces lo amarás. Si lo amas, lo protegerás). En realidad no es ese el único objetivo de esta iniciativa.
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Gusta enseñar arqueología y gusta lo que se enseña
Como bien sabes, nosotros, como empresa de Patrimonio cultural, apostamos desde hace mucho tiempo por difundir nuestro trabajo y el Patrimonio histórico en general como herramienta didáctica y principal medida de protección.
Y enseñar lo que hacemos “a pie de campo” nos permite aproximar la Arqueología a la gente de forma amena para que sepan qué es realmente y en qué consiste el trabajo de la arqueóloga. Así, fomentamos también el sentimiento de afecto por el patrimonio local para que lo valoren y lo cuiden.
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Conforme fuimos “abriendo la tierra” y sacando a relucir lo que el Castillo de Nogalte nos tenía que mostrar, las visitas se fueron sucediendo y los grupos que pasaron pro ahí recibieron las explicaciones de los componentes del equipo técnico para poner en contexto el trabajo que estábamos realizando. Toda una experiencia recíproca. No sé quién disfrutaba más sin la gente que venía de visita o los compañeros con sus explicaciones.
El trabajo de Arqueología es muy curioso, muy sistemático y muchas actividades entran en juego con lo que resulta llamativo ver todas las tareas que se ejecutan en un trozo de tierra. Siempre gusta.
En definitiva, ha sido un mes tremendamente fructífero y gratificante. El grupo se lo pasó en grande y se aprendió mucho tanto a nivel académico como a nivel profesional. Pero queda mucho por excavar para vislumbrar la historia completa del Castillo de Nogalte con lo que probablemente, el próximo verano pondremos el pico y la pala en esta fortificación medieval.