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El valor cultural del paisaje y su importancia

Desde la Arqueología, se estudia, no solo el yacimiento sino también su entorno. Para entender verdaderamente a la sociedad que habitó un lugar no basta con analizar su lugar de asentamiento. Porque el hecho de que eligieran ese lugar como su casa, no fue una elección aleatoria sino que se basaría en muchas circunstancias tales como  los recursos alrededor, la vegetación, las fuentes de abastecimiento de agua, la fauna, etc. Y todos esos aspectos permanecen en el yacimiento; dejan su impronta que puede ser estudiada para ayudarnos a averiguar sobre la gente que allí vivió.

Esta perspectiva es estudiada por la Arqueología del Paisaje y se encarga de conocer las relaciones entre los seres humanos y el medio ambiente en el que vivieron en el pasado: cómo explotaban los recursos a su alrededor, cómo se organizaban, cómo desarrollaron su actividad en base a su entorno y cómo éste (el entorno) influyó en su desarrollo como grupo y sociedad. Por eso el Patrimonio Natural forma parte del Patrimonio Cultural.

Reconstrucción ambiental de un yacimiento

El paisaje cultural refleja muchas veces técnicas específicas de explotación de la tierra.  Lo vemos hoy en día cómo cada región de un mismo país tiene sus peculiaridades, sus características y su cultura propia moldeada, entre otras cosas, por su entorno, el medio natural en el que se han desarrollado.

¿Por qué iba a ser diferente en el pasado? El clima, la gastronomía, la geografía… Todo el medio influye considerablemente en la construcción de una cultura. Por eso, el estudio del paisaje es una forma muy apropiada de estudiar a las sociedades del pasado.

Paisajes culturales de la UNESCO

Existe gran variedad de paisajes que han influido de forma determinante en el desarrollo de diferentes sociedades a lo largo del tiempo, y cómo éstas sociedades se han adaptado a la geografía y al clima de su entorno. No hace mucho tiempo era habitual ver interminables terrazas en las laderas de las montañas llenas de almendros u olivos; un claro ejemplo de adaptación al medio para explotar sus recursos.

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También es conocida la albufera de Valencia donde se cultiva el arroz, señal de identidad de una gastronomía propia como es la paella. O el sistema de regadío desarrollado desde época musulmana hasta nuestros días en muchas partes de España que permitió desarrollar una economía y una tradición propias y que es trabajado en parte por el proyecto MEMOLA.

En este sentido, se entiende el paisaje a musealizar como cualquier parte del territorio tal y como lo percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y de la interacción de los factores naturales y humanos (Definición extraída de la Convención Europea del Paisaje. Florencia, 2000).

el paisaje a lo largo del tiempo

El paisaje pasa a ser cultural

Por tanto, muchos paisajes definen ampliamente las características de un pueblo. Es entonces cuando pasa a ser considerado paisaje cultural ya que representa a un lugar o una época concretos. Por lo general, estos paisajes culturales están formados por elementos naturales y de creación humana. Zonas donde el ingenio de las personas ha permitido adaptar su economía o sus modos de vida a la geografía.

En ocasiones, el espacio pasa a ser musealizado con el fin de explicar modus vivendi de las sociedades del pasado en estos entornos. Cómo vivían, en qué se basaba su economía, cómo desarrollaban sus tareas, etc… Una forma de entender las sociedades del pasado de forma didáctica e ilustrativa.

mapa de regadio

Tal es el caso de la Albufera de Valencia (mencionado anteriormente) o las Salinas de Santa Pola, no sólo por la explotación de los recursos sino también por la fauna y flora características de cada zona que hacen del lugar un espacio peculiar y diferenciado. Por eso es necesaria la protección del paisaje, ya no sólo por el valor cultural que representa sino por sus valores naturales en los que se desarrolla y su diversidad biológica.

Como ves, la riqueza cultural no está solo representada en los objetos sino también en la naturaleza y en cómo ésta ha definido la cultural y las características de un pueblo. Por eso, el paisaje puede considerarse patrimonio cultural.

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